Los Shuar
Tzantza es la práctica de la tribu indígena de los shuaras de "reducir cabezas". Este místico procedimiento, hacía que el nativo momificase y conservara las cabezas de sus enemigos como talismán y trofeo de guerra.
Históricamente conocidos como Yaguarzongos y Bracamoros, por milenios, fueron los únicos habitantes de estas selvas, habiendo desarrollando una visión propia del universo, idioma, gastronomía, mitos, música, danza, sistemas productivos sustentables y costumbres, en estrecha relación con la naturaleza. Desde inicios del siglo , fueron afectados por un proceso de aculturación que les ha obligado a cambiar su forma de vida y el manejo tradicional del bosque por la ganadería, la extracción de madera y la minería.
El shuar ha sido un pueblo guerrero, antiguamente tenían la costumbre después de sus guerras, el rito de la reducción de la cabeza de sus enemigos, conocido como "tzantza" a fin de poder preservarla como trofeo de guerra; han sido generalmente conocidos en forma despectiva como jíbaros o salvajes.
En la actualidad los indígenas rechazan y se han autodenominado shuar que significa, gente o persona. Se caracterizan por ser amables y hospitalarios.
Población
110.000 habitantes
Ubicación
Los Shuar se encuentran ubicados en las provincias de: Napo, Pastaza Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Sucumbíos, Orellana y en la Costa: provincias de Esmeraldas en el cantón Quinindé y Guayas (Ecuador). En Perú, departamento Amazonas, provincia Cóndor Canqui, distrito Río Santiago, departamento Loreto, provincia Alto Amazonas, distritos Barranca y Morona.
Idioma
Shuar-Chicham (Perteneciente a la lengua lingüística jivaroano)
Organización Socio-política
La familia constituye la unidad de reproducción biológica, económica, social, política y cultural más importante entre los Shuar, sus miembros se encuentran unidos por lazos de sangre y conformados por familias ampliadas.
La poligamia o matrimonio de un hombre con varias mujeres, preferentemente sororal, es decir con las hermanas de la esposa (sus cuñadas), y el levirato (matrimonio con la viuda del hermano) han sido entre los Shuar las reglas tradicionalmente aceptadas. El número de esposas dependía de las cualidades del hombre; éste debía ser un valiente guerrero, trabajador, buen cazador, demostrar su honradez y veracidad; los futuros suegros juzgaban si estas cualidades se cumplían para poder autorizar el matrimonio. Hoy son pocos los hombres que tienen dos mujeres, ese privilegio lo tienen casi siempre los ancianos guerreros y los shamanes.
Actualmente, esta regla poligámica de matrimonio se encuentra en un proceso de transición a un tipo de matrimonio monogámico y exógamo (fuera del grupo) debido a las continuas y más ampliadas relaciones interétnicas que establecen. Tradicionalmente los Shuar, como la mayoría de pueblos amazónicos, no llegaron a constituir, en el sentido formal, una unidad política y social. La estructura de poder tradicional era descentralizada; el poder político y religioso estaba ejercido por un uwishin shamán. En caso de guerra se nombraba un jefe cuyo mandato terminaba con la finalización de la misma.
Las familias se aglutinaban en "vecindarios dispersos", cuya unidad conformaba una comunidad. Actualmente han adoptado el nombre jurídico de "centros". La unión de varios centros conforma organizaciones más amplias, las asociaciones, que se encuentran agrupadas en federaciones, estructura socio-política a través de la cual establecen las relaciones externas.
Artesanías
La Federación Interprovincial de Centros Shuar - FICSH, en convenio con el Concejo Provincial de Morona Santiago, cuenta con un Almacén de Artesanías, ubicado en la Planta Administrativa de la FICSH, la misma que compra - produce y vende artesanías.
Las artesanías son elaboradas a base de semillas de cumbia, ajulemos, san pedro, nupis, adornadas con plumas de aves, huesos, carrizos, entre las cuales resaltan los aretes, manillas, collares, tawasap, carteras, cinturones, cestos, lanzas y otros.
Vestimenta
Tradicionalmente la vestimenta de la mujer Shuar es el “karachi” y el hombre vestía una falda llamada “itip” una especie de lienzo de líneas verticales de colores morado, rojo, negro y blanco, tinturados con vegetales, que se envuelven de la cintura hasta el tobillo y va sostenida con una faja. Antes, vestían el Kamush, hecho con corteza de árbol machacada.
Su arreglo corporal se complementa con una gran variedad de coronas de plumas de tucanes y otras aves y pinturas faciales con diseños de animales, pues creen que así, estos les transmiten su fuerza y poder. Para las fiestas de la Tzantza y la culebra, se pintan su cuerpo con diseños que representan a sus animales sagrados.
En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental tanto de hombres y mujeres, solo en algunas ocasiones festivas se ponen su vestimenta tradicional.
Economía
Se basa principalmente en la horticultura itinerante de tubérculos, complementada con la caza, pesca y la recolección de frutos e insectos. Utilizan el sistema de cultivo de roza y quema. Cultivan yuca, "papa china", camote, maní, maíz, palma de chonta y plátano. El cuidado de la parcela y también la recolección, la preparación de la chicha y la cocina le corresponden a la mujer; la caza y la pesca al hombre.
En la actualidad la mayoría del territorio tradicional de caza está siendo sustituido por pastizales para ganadería.
Tradicionalmente el asentamiento fue disperso, zonificado de acuerdo a las relaciones de parentesco. Actualmente se integran a la estructura político administrativa de la Federación Shuar, y otras organizaciones como FINAE, OSHE, FIPSE, CISAE.
Creencias
La mitología shuar está estrechamente vinculada a la naturaleza y a las leyes de Universo, y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte, y las enfermedades. Los principales son Etsa que personifica el bien en lucha contra el mal Iwia, que siempre están en continua lucha para vencer el uno sobre el otro; Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino; Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud; Nunkui causa la fertilidad de la chacra y de la mujer.
En el cultivo de la huerta, daban el poder del crecimiento de las plantas a Nunkui, quien además se encargaba de enseñar a la mujer shuar a sembrar. Pero se necesita concretar el poder de Nunkui a través de ritos, trayendo al presente las fuerzas creadoras, para que la chacra rinda sus frutos. Creen que la selva está llena de espíritus que habitan en las cascadas o las orillas de los ríos.
El gran mundo espiritual de los shuar es repetitivo. No creen en que el ser humano tenga un final. Creen que luego de nacer y cumplir su vida, no llegan a un estado permanente con la muerte sino que su espíritu, Arútam, es recibido por otro ser humano que puede ser su hijo o su nieto, quien cumple nuevamente otro ciclo vital, así en forma indefinida.
El Arútam es considerado como un espíritu clave para los varones, porque creen les da más potencia y fuerza. Piensan que quien posee un Arútam, no puede morir sino de enfermedades contagiosas. Los niños comienzan a buscar este espíritu en la selva desde los seis años de edad. En la cultura de la selva, los elementos de la Naturaleza guían la vida de sus habitantes.
La palmera de chonta, su fruto maduro, representa el mito del Uwi. Éste señala la estación de la abundancia en la selva. En la cosecha de sus frutos se celebran rituales con ruegos a Uwi. Piden que fermente la chicha de chonta, dé fertilidad a los animales, a las plantas y vitalidad al hombre. Si estos ritos son celebrados muy ceremoniosamente, se cumplirá con todo lo pedido; de lo contrario vendrá escasez de alimentos y muerte.
La secuencia del día y la noche en la mitología de los shuar la relacionan con la victoria.
El chamán, llamado uwishin, es una especie de sacerdote mediador con el mundo sobrenatural y a la vez es un líder político.
Fiestas y Ritos
• La Fiesta de la Chonta, se celebra cada año en el mes de agosto por la prosperidad conseguida a lo largo de este tiempo, en cuanto a siembra, cosecha y al ciclo vital de las personas.
• El Rito de la Cascada Sagrada: tiene una profunda significación en el pueblo Shuar, a través de este rito solicitan al ser supremo Arutam, para que les otorgue poder, energía positiva para su futura sobrevivencia.
• La celebración del Rito de la Culebra: Esta práctica cultural se realiza solamente cuando hay mordedura de la culebra, convirtiéndose en una ritualidad que tiene como finalidad, rendir un homenaje por la salvación de la muerte del accidentado y para ahuyentar a las serpientes y evitar futuras mordeduras.
• Intervención del Uwishin: es una persona sabia que se dedica a curar a los enfermos y a cuidar a los miembros que integran la comunidad. Por ningún concepto el verdadero Uwishin causa daño al prójimo, salvo aquellos que lo ejercen por vengarse de conflictos generados por guerras o discordias familiares. También el Uwishim cumple el papel de identificar a las personas que causan daño y les da instrucciones para que se prevengan de sus enemigos.
• La Fiesta del Ayahuasca se celebra en el mes de enero con la caminata a las cascadas y montañas sagradas.
Tzantza
Tzantza es la práctica de la tribu indígena de los shuaras de "reducir cabezas". Este místico procedimiento, hacía que el nativo momificase y conservara las cabezas de sus enemigos como talismán y trofeo de guerra.
El procedimiento para preparar la tzantza tiene varias etapas. La cabeza y cuello se cortan lo más cerca de la clavícula. El matador usa su etsemat y lo pasa por la boca y el cuello de la cabeza cortada, luego se lo amarra y huye rápidamente.
Se hace un corte detrás de la cabeza y cuidadosamente se separa la piel del cráneo. La piel es hervida durante una media hora, esto reduce su tamaño a la mitad. Después de que se seque se da la vuelta a la piel y toda la carne se elimina con un cuchillo. La piel rascada es virada a su sitio y se procede a coser donde se hizo el corte en la parte posterior.
Se calientan algunas piedras en un fuego, y son introducidas por turno en el interior para hacerlas rodar. PeRíodicamente se frota la piel para ayudar a secar e influir en la forma. Luego se calienta arena en una olla y la arena sustituye a las piedras. Con un machete al rojo vivo se secan los labios. Luego se clavan tres espinas de chonta en los labios y se amarran con cuerdas.
El proceso de la tzantza suele durar aproximadamente 6 días, finalmente la cabeza llega a tener el tamaño de un puño. El último día de trabajo se celebra la primera fiesta de la tzantza.
Fuente : viajandox.com
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